¿Qué podría suceder si llegamos al final del verano con el Mediterráneo a 30º?

En los últimos días, me llegan consultas por el revuelo mediático que se ha desatado por estas anomalías. 

La respuesta rápida es que puede no pasar absolutamente nada reseñable o puede pasar lo mismo que cualquier otro año, pero con un plus de energía que aumente un % la intensidad de las precipitaciones. 

Poniéndonos en contexto

El revuelo mediático llega por las publicaciones y análisis de las elevadas temperaturas que tenemos en estos momentos en la superficie del mar Mediterráneo. 

Temperaturas actuales de la superficie marítima

Durante el verano, con la mayor energía que la superficie terrestre y marítima recibe de nuestro astro rey, el sol, el calor se va acumulando en el mar, sobre todo en el Mediterráneo. Este año, las repetidas olas de calor y, en general, la dinámica atmosférica, han favorecido que la superficie del mar Mediterráneo esté mucho más cálida de lo habitual, sobre todo por no estar aún a finales del verano, que es cuando se suelen registrar las temperaturas más elevadas. 

La superficie terrestre se calienta y se enfría mucho más rápido que el agua. El mar Mediterráneo va acumulando poco a poco la energía y la libera también poco a poco, por lo que tiene una mayor capacidad de acumular el calor. La energía acumulada en estos momentos por el mar Mediterráneo es muy superior a lo habitual. 

Mapa de anomalías térmicas, superficie marítima

Lo que te estoy enseñando es un mapa que muestra las desviaciones de la temperatura en la superficie marítima con respecto a la media observada (1971-2000). Colores rojos por encima de la media y azules por debajo. En blanco valores habituales. 

Salta a la vista que la superficie del mar Mediterráneo tiene una temperatura muy superior a lo habitual. 

Estas temperaturas más elevadas en la superficie marítima tienen unas consecuencias en casos supuestos que se pueden dar en unas semanas. Pero lee bien lo que digo, en casos supuestos, que tienen unas probabilidades x de producirse. 

Pero espera, lo primero que tenemos que preguntarnos es: ¿Llegaremos al final del verano con el Mediterráneo a 30º? 

La dinámica actual invita a pensar a que el mes de agosto va a seguir siendo muy caluroso y que el Mediterráneo se va a seguir recalentando. Pero en esta ciencia nunca puedes dar nada por sentado en la dinámica a semanas vista. Estas anomalías pueden moderarse de cara al final de verano por factores como los vientos, su procedencia e intensidad, cobertura nubosa y radiación solar que alcanza la superficie. 

Pero voy a intentar explicarte todo esto de una forma mucho más “casera” para que lo entiendas. 

Explicación temperatura en el Mediterráneo y lluvias torrenciales

Lo primero que tienes que tener bien claro es que por muy caliente que esté el mar Mediterráneo, si no tenemos una vaguada o dana que llega a su vertical con aire frío en altura para provocar inestabilidad, no tendremos lluvias. Eso es lo primero y más importante. Un mar más caliente no genera precipitaciones sin otros ingredientes, ni más fuertes ni más débiles. 

Capacidad de evaporación y temperatura

Fuente: educaycrea.com

Si pones una olla con agua a hervir, notarás que cuanto más subas el fuego (radiación solar) y más se caliente el agua, más vapor saldrá. Esta es la clave de lo que podría (condicional) suceder si llegamos al final del verano con un mar Mediterráneo más caliente. 

Si el agua está más caliente, la evaporación y los ascensos convectivos que dan lugar a las nubes de tormenta y con ellas a las lluvias torrenciales, tendrán más energía disponible para desplegar. 

Es decir, si en un contexto en el que llegamos al final del verano con temperaturas en el mar Mediterráneo por encima de la media, un episodio de lluvias torrenciales que se iba a dar igualmente, con o sin exceso de calor, dejaría un % más de precipitaciones por ese plus de energía disponible para el disparo y evaporación que extrae agua del mar y la vierte en forma de lluvias sobre tierra. 

En tu experimento casero sería ver más gotitas de agua condensadas en menor tiempo en la campana extractora por tener el hornillo en el número 6 en lugar del 4.  

En resumen

Hablar a semanas vista en esta ciencia, siempre es una aventura con elevada incertidumbre que nos obliga a ser cautelosos por muy clara y contundente que sea la dinámica actual. En caso de llegar al final del verano y tener eventos de lluvias torrenciales, la virulencia de las mismas sería un % mayor en respuesta al exceso de energía en comparación a lo habitual. Pero este exceso de calor no garantiza ni provoca por si solo eventos de lluvias torrenciales en el Mediterráneo. 

Es importante que las personas que han sufrido con las lluvias torrenciales o incluso perdido seres queridos, conozcan el contexto de estas noticias. 

La dinámica invita a pensar en que podríamos ver episodios más virulentos, pero solo si se dan una serie de factores al mismo tiempo que potenciarían este tipo de eventos. 

Obviamente, estaremos muy pendientes de lo que pueda suceder en las próximas semanas y al mínimo dato que apunte a eventos de lluvias torrenciales comenzaremos su merecido seguimiento. 

Abrazos.