Las ondulaciones del Jet Stream inyectarán masas de aire cálido sobre amplias zonas de Europa, dejando contrastes muy marcados en zonas muy próximas.
Los pronósticos se cumplen y el Jet Stream comienza a inyectar sobre Europa una extensa masa de aire cálido que durante los próximos días dejará temperaturas próximas a los 40º en numerosas localidades, algunas de las ellas muy poco acostumbradas.
Partimos hoy de una configuración muy llamativa. Mientras en puntos del Este de la Península los termómetros ya se disparan a registros muy superiores a la media, en la mitad Occidental sucede todo lo contrario, con registros muy inferiores a los valores estacionales. El “Yin y el Yan meteorológico” sobre la Península (término no oficial, pero sabéis que me gusta utilizarlos para enriquecer los artículos), un contraste muy marcado que vamos a observar en los próximos meses y años con mucha frecuencia, debido a la circulación ondulada y meridional del Jet Stream.
Quiero que os fijéis en lo que va a suceder a finales de la próxima semana en nuestro continente:
El próximo sábado el Jet stream estará trazando una de sus ondulaciones sobre Europa, el ramal ascendente en la zona Occidental y el descendente en la Oriental.
El resultado será un contraste térmico impresionante en las dos mitades del continente:
El “Yin y el Yan meteorológico” en plena acción, llevando temperaturas extremadamente opuestas a zonas muy próximas.
Que el calor va a ser noticia en España y otros países de Europa no es una novedad a estas alturas. Pero lo que vamos a hacer es ver las zonas donde el calor puede ser más insoportable.
La noticia es que hasta al menos el final de la semana, los termómetros no darán tregua, ni durante el día ni durante la noche, lo que aumentará el impacto sobre la población.
Las zonas que de momento se librarán de esta pulsación cálida serán Galicia y parte del Cantábrico, aunque en el País Vasco los termómetros también se van a disparar hasta los 35º.
Uno de los efectos más notables de una ola de calor es la capacidad de mantener temperaturas elevadas durante varios días en una zona determinada, pero el mayor impacto sobre la población, se produce cuando las temperaturas elevadas se mantiene durante la noche, haciendo que conciliar el sueño sea una tarea difícil, acumulando un desgaste en la salud de las personas, sobre todo niños, ancianos y enfermos.
Como podemos ver en este mapa, ya desde la madrugada del miércoles al jueves, los termómetros se mantendrán en valores muy elevados en numerosos puntos del interior. En Madrid será muy complicado conciliar el sueño con 34º a las 2 de la mañana.
El miércoles por la tarde estaremos ya notando las primeras “bofetadas” de esta ola de calor, con registros superiores a los 37º en numerosas zonas del interior y Sur del país y próximos a los 40º en el valle del Ebro. En el País vasco rondaremos ya los 35º. En zonas de costa la humedad hará que la sensación de bochorno aumente.
La ola de calor lanzará los termómetros el jueves ya por encima de los 40º en más regiones con registros que el modelo GFS dibuja en su última salida en 43º en el valle del Ebro, una de las zonas más afectadas por este evento. Vemos como Galicia y Asturias mantienen este día termómetros máximos por debajo de los 30º, un ambiente muy alejado del infierno que ya comenzarán a sufrir en otros puntos del Norte de la Península, como Aragón y Cataluña.
Madrid rondará los 40º de máxima y el Sur los 37-40º. Como estáis viendo este episodio llamará la atención por dejar inicialmente temperaturas muy superiores en el Norte comparadas con el Sur.
A las 2 de la mañana del Viernes los termómetros en numerosos puntos del interior de la Península estarán aún rondando los 40º, algo que ya comenzará a pesar en la población, después de dos días con altas temperaturas. El calor se va acumulando en el interior de las viviendas y cada día que pasa sin que las temperaturas bajen durante la noche, se convierte en un suplicio.
En cambio en zonas como Galicia o parte del Cantábrico, los termómetros durante la noche bajarán por debajo de los 20º, algo que hace mucho más llevadero el calor.
El viernes el calor podría apretara más por el Sur de la Península, con registros cercanos a los 44º según la última salida del GFS. Vemos a Madrid nuevamente con valores superiores a los 40º y el valle del Ebro sobre los 43º. En cambio vemos como en Galicia y el Cantábrico con valores mucho más contenidos, totalmente al margen del calor abrasador de la Península. Baleares también se llevará su ración de calor, al que tenemos que añadir la humedad que hará que la sensación de bochorno aumente. Canarias se mantiene al margen del episodio.
A las 2 de la mañana del sábado tendremos registros superiores a los 40º en amplias zonas del interior de la Península, lo que nos demuestra que estamos ante una ola de calor potencialmente peligrosa para la población de riesgo. Estamos hablando de temperaturas por encima de los 40º durante el día y parte de la noche, durante varias jornadas seguidas.
De cumplirse este escenario que nos plantea el modelo GFS, el fin de semana los termómetros podrían rondar los 45º en puntos del Suroeste de la Península. Pero además vemos que en el resto de zonas lejos de disminuir, el calor seguirá o incluso aumentará. Seguimos viendo el tremendo contraste con el extremo Norte de la Península y Oeste de Galicia, que seguirían con registros muy inferiores.
Estamos a punto de comenzar un episodio con muchas papeletas de convertirse en histórico en nuestro país y otros puntos de Europa. Los mapas que hemos visto cambiarán en las próximas salidas y es posible que veamos escenarios menos calurosos en algunos puntos, o por contra, dibujarnos una situación potencialmente más peligrosa. Esta incertidumbre hace más inquietante el evento.
Lo más importante es no forzar el cuerpo más de la cuenta y usar el sentido común. Hay grupos más vulnerables ante los que tenemos que prestar especial atención. Los niños y personas mayores, personas con enfermedades crónicas a las que debemos vigilar muy de cerca y mantener un nivel de hidratación constante.
Estamos ante una ola de calor potencialmente peligrosa para la población en general, sobre todo la de riesgo, pero nadie está a salvo de un golpe de calor mortal, por lo que no debemos subestimar el límite de nuestro organismo ante un evento histórico. La población de las zonas más afectadas debe atender a las recomendaciones y mantenerse informados de los avisos meteorológicos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y demás organismos oficiales.
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