El evento podría provocar cambios importantes en el Hemisferio Norte con consecuencias sobre España
Desde hace semanas Judah Cohen lleva avisando en su Blog de un evento que puede tener consecuencias para el resto del invierno y que podría traer por fin un patrón más acorde a la época en la que estamos.
Un Calentamiento Súbito Estratosférico (CSE) se producen cuando entran en la estratosfera ondas planetarias troposféricas. Es decir se produce una transferencia de energía de la troposfera a la estratosfera. Entre otras cosas se produce un debilitamiento y en ocasiones fragmentación del vórtice polar con consecuencias sobre las zonas templadas del hemisferio norte, es decir España.
Juan Taboada lo explica en esta entrada.
Que se de un CSE y que además sea importante como parece, aumenta las expectativas de que podamos ver descargas frías tanto en Europa como en Estados Unidos. Pero las consecuencias y sobretodo por donde se producirán esas descargas es más complicado de saber.
El vórtice Polar se ha mostrado este invierno muy compacto, por lo que la mayor parte del aire frío se ha comprimido en latitudes altas. El CSE podemos verlo como un “ataque” al vórtice polar que lo debilita y fragmenta, de tal forma que provoca importantes cambios en la configuración atmosférica en el Hemisferio Norte, pero que no siempre tiene las mismas consecuencias para España.
Imagínate una partida de billar. Las bolas colocadas dentro del triángulo (vórtice polar), bien comprimidas…. te preparas para darles con la bola blanca (CSE) para dispersarlas por la mesa… zassssss ¿qué sucede? Las bolas (aire frío) se dispersarán por la mesa (Hemisferio norte) pero…. ¿entrará alguna bola en la esquina donde estás? (España). En ocasiones un CSE no es capaz de perturbar lo suficiente el vórtice polar y el aire frío no se desplaza a latitudes medias. El mecanismo es mucho más complejo y en realidad lo que se produce es una transferencia de energía que puede derivar en fuertes anomalías positivas en latitudes altas, que obligan a descender el aire frío a latitudes medias.
En la temporada 2009/2010 se produjo un CSE y como consecuencia tuvimos uno de los Inviernos más lluviosos de los últimos 50 años en España. Además hay estudios que demuestran la correlación del CSE con Inviernos más lluviosos en España.
¿Qué queremos decir con todo esto?
Pues que es posible que fruto de este evento asistamos a cambios importantes y duraderos en la dinámica atmosférica de nuestro país, con aumento considerable de las precipitaciones y mayor posibilidad de descargas frías, que nos traigan el frío y la nieve que “El Niño” nos ha “secuestrado” este histórico Invierno 2015/2016.
No hay que olvidar esto último y es que si por algo se caracteriza este fenómeno, es por modificar los patrones meteorológicos de una forma en ocasiones un tanto sorprendente, como lo ha sido que a pesar de que los años con Niño, nos suelen dejar Otoños más húmedos, a la vista está que en esta ocasión no ha sido así.
Por tanto a pesar de que es posible que finalmente no se llegue a producir, estamos ante un evento que normalmente provoca un aumento importante de la inestabilidad en nuestro país, que además este año va a coincidir con un fenómeno de “El Niño” histórico.
Veremos durante el mes de Febrero si el Invierno llega con “carácter retroactivo” e intenciones de compensar las tremendas anomalías, o por contra encara la recta final con la misma dinámica estéril a la que nos tiene acostumbrados.
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