Las salidas de los modelos de esta tarde nos dibujan algunas novedades pero sin sorpresas
Los modelos GFS y GEM nos dibujan hoy un nuevo protagonista que de momento no parece ser relevante, pero que en caso de evolucionar podría hacer cambiar la forma en la que encajarían las piezas, pero como digo de momento tan solo asoma muy tímidamente.
Me refiero a una masa de aire frío que se desplazaría de forma retrógrada (Contraria a la circulación general de Oestes) y que podría llegar a conectar con la circulación Atlántica.
Repito, es muy poco probable en estos momentos que se de este escenario, pero quiero comentarla ya que es una de las posibilidades que barajamos hace unos días al inicio del seguimiento, y como faltan 170 horas seguro que esto va a dar vueltas.
El modelo canadiense muestra la masa con mayor entidad, aunque tampoco lo suficiente de momento para pensar que pueda actuar de atractora de la circulación Atlántica. El año pasado esta configuración provocó varios eventos interesantes, pero este año la dorsal anticiclónica esta muy fuerte.
Pues me vais a permitir que ilustre de una forma un tanto peculiar la última salida del modelo europeo, en el que seguimos quedando a las puertas por enésima vez este invierno, a lo que podría ser una pulsación de inestabilidad muy importante. Por este motivo, muchas personas están bautizando este invierno como el invierno de la zanahoria, porque parece que vamos detrás de ella sin poder alcanzarla nunca.
Pues la zanahoria nos la enseña el modelo europeo en su última salida creciendo justamente por la Península Ibérica, evitando que las dos pulsaciones que vemos por Este y Oeste nos puedan alcanzar.
Quiero que lo veas a nivel de todo el Hemisferio Norte, para que te des cuenta de que es exactamente en la Península Ibérica donde se produce esta configuración.
La puntería con la Península una vez más parece calculada al milímetro.
Todos los modelos nos siguen mostrando la circulación quedándose a las puertas de la Península, tan solo con ese matiz de la circulación retrógrada que debemos seguir en las próximas salidas.
A pesar de los pesares, yo sigo dispuesto a comerme la zanahoria, aunque hay que ser conscientes de que las salidas de los modelos siguen sin ser buenas.
Podemos tirar la toalla o intentar comernos la zanahoria. Yo tengo hambre de invierno, y mientras vea una posibilidad en plazos largos, seguiré siendo optimista. Una vez que los plazos se acorten, y las salidas de los modelos ganen fiabilidad, de seguir la zanahoria tendremos que abrazar la realidad.
De entrada, yo a partir de este invierno tengo un nuevo término meteorológico coloquial para la dorsal Africana. Al tomate de las Azores le uno la zanahoria.
Como ya sabéis los que me conocéis, mi forma de entender las meteorología esta empujada en la pasión y en el amor que siento por la naturaleza. Muchas veces me decís que os gusta leer mis artículos por la pasión que muestro en ellos. Esto es así desde que soy niño, lo que hago por la meteo esta lleno de pasión y disfruto mucho. Cuando hago un pronóstico o un seguimiento, el acertar o no para mi no es lo más importante. El placer de elaborar el pronóstico y hacer un seguimiento es el motivo principal ya que es cuando más disfruto. Lo hacía en el 2009 cuando Meteovigo tenía 5 visitas al día, y lo sigo haciendo a día de hoy de la misma forma.
Pero a pesar de no afectarme el ser el invierno que está quedando más lejos del pronóstico estacional, no dejo de pensar en todas las personas que han confiando en mi.
Quiero mandar un mensaje a todos los agricultores, personas con negocios que dependan de la lluvia o la nieve, apasionados de la Meteo que deseaban ver un invierno movido y tenían muchas ilusiones puestas por el pronóstico, y en general a todas las personas que han podido confiar en mi, y no han visto sus expectativas cumplidas, a todas estas personas les quiero primero dar las gracias por la confianza una vez más, y segundo, decir que por vosotros si me siento triste por dentro y pensativo por las noches.
A las personas que estaban esperando que fallase, e incluso a las que os habéis reído en las redes, también les mando un mensaje y les digo que a pesar de todo, también sois parte de Meteovigo de alguna forma, porque siempre tiene que haber críticas buenas y malas. Las malas te hacen no relajarte nunca y dar un 110%. Las buenas son las que me inyectan una dósis extra de pasión en mi trabajo.
Pero que quede claro que aún sigo expectante por lo que pueda suceder en la recta final del invierno.
A tod@s os quiero dar las GRACIAS.
UN ABRAZO.
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