Cada temporada salta a los medios una o varias noticias relacionadas con el Vórtice Polar, tanto en Europa como en Estados Unidos. Tenemos que recordar que el Vórtice Polar tiene, según la altitud a la que nos movamos, dos nombres diferenciados por la capa en la que se encuentran. En la más baja, la troposfera, tenemos obviamente el vórtice polar troposférico, presente todo el año y responsable directo del tiempo atmosférico que tenemos en superficie. Si ascendemos a la siguiente capa, tenemos el vórtice polar estratosférico, que, como su nombre indica, se encuentra ya en la estratosfera. Este vórtice es estacional, respondiendo al contraste de masas entre el Ártico, más frías, y latitudes más próximas al Ecuador, más cálidas.
Durante la primavera y verano, al calentarse el Ártico y descender la diferencia térmica entre latitudes, el vórtice estratosférico desaparece, para volver durante el otoño e invierno cuando las diferencias aumentan. Sí, tiene vacaciones el hermano superior.
En realidad, es el mecanismo que ya conocéis algunas personas sobre la formación de un ciclón de latitudes medias (borrasca de toda la vida). El contraste entre masas frías y cálidas alimenta su formación. La atmósfera se tiene que emplear con más energía para equilibrar, potenciando los vientos que mueven y mezclan las masas. El vórtice polar, tanto en su parte troposférica como estratosférica, es un gigantesco ciclón que se potencia cuando las diferencias térmicas se amplifican entre Ártico y Ecuador.
Te voy a enseñar un mapa de borrascas en verano y otro en invierno. Vas a ver la diferencia de fuerza cuando el Ártico se enfría.
Lo hago a vista del hemisferio norte para, por un lado, mostrarte las borrascas mucho más fuertes y, al mismo tiempo, la estructura del vórtice polar troposférico, que podemos detectar con este mismo mapa de altitud geopotencial a 500hPa, unos 5500m. Aquí se puede ver si el vórtice está fragmentado, si tiene burbujas cálidas que obligan a que las masas de aire más frías que lo componen (vórtice) desciendan a nuestras latitudes.
La diferencia entre invierno y verano creo que salta a la vista, con borrascas mucho más profundas y un vórtice troposférico más fuerte.
Bien, pero lo que trata este análisis es el regreso del vórtice polar estratosférico. Del mismo modo que la circulación ciclónica se hace más fuerte en el hemisférico norte debido al contraste de masas, el vórtice estratosférico comienza a emerger, comenzando a girar como gran ciclón que es también encima la parte estratosférica.
En las próximas semanas la estratosfera se va a enfriar progresivamente, aumentando la diferencia de temperatura entre el Polo y el Ecuador. A la Madre Naturaleza le gusta el equilibrio, y pone todos sus medios para lograrlo. En este caso, activa un mecanismo a gran escala en el que las masas de aire se mueven cada vez a mayor velocidad para buscar el equilibrio. A mayor diferencia térmica, más tiene que trabajar la atmósfera.
Después de ver como se enfría la estratosfera, te voy a enseñar como los vientos comienzan a girar en sentido contrario a las agujas del reloj sobre la misma, creando un gran vórtice ciclónico.
Observa la ausencia del vórtice polar estratosférico en verano. En esa zona blanca, vas a ver como en estos momentos está comenzando a nacer el vórtice estratosférico.
Ahora vas a ver como en estos momentos están comenzando a girar vientos en sentido contrario a las agujas del reloj sobre el Ártico.
Los vientos del oeste en la estratosfera, que nos ayudan a ver la “salud” del vórtice polar estratosférico, sobre todo cuando se producen calentamientos súbitos estratosféricos y se fragmenta, en ocasiones rompiéndose y dividiéndose en varias partes, provocando eventos extremos en la superficie, al permitir que el aire frío alcance latitudes medias con mayor extensión.
Ahora puedes ver hacia donde se dirige el “pequeño embrión” que está naciendo en estos momentos en la estratosfera. Te muestro su forma mientras nace este mes de septiembre y después ya maduro en pleno invierno.
La Madre Naturaleza, en la atmósfera, también muestra estructuras que nos recuerdan a… ¿Lo ves? Ahí lo dejo para las personas que sean capaces de observar.
Así estaba ya crecidito, el mes de enero pasado, dando vueltas como mucho músculo ciclónico.
Pensarás, guao, si se pone tan cachas el vórtice polar estratosférico tendremos un invierno “chachi piruli” de lluvias y nieve. Pues no, paradójicamente, lo que nos interesa en nuestras latitudes es que el “fortachón” se debilite. Cuanto más fuerte esté, más rápido girarán los vientos alrededor del Ártico, formando un círculo compacto que confina el aire frío en latitudes altas. Nos interesa que se debilite, o bien por calentamientos súbitos estratosféricos, o bien por la propia dinámica atmosférica que no lo lleve a fortalecerse tanto como el invierno pasado.
Para terminar este artículo te voy a grabar un vídeo explicando lo que tendría que suceder esta temporada para ver inestabilidad. Bueno, más bien es lo que no tendría que suceder.
Abrazos.
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Esta entrada fue modificada por última vez en viernes, 16 septiembre 2022 - 11:40 11:40
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