National Hurricane Center, Meteociel
Aunque no lo parezca, llevamos desde el 1 de junio en temporada de huracanes con unos meses muy tranquilos. Las constantes pulsaciones de polvo sahariano han tenido mucho que decir sobre la baja actividad ciclónica en lo que llevamos de temporada. Sí, no solo en España hemos visto un exceso de polvo del desierto en suspensión en los últimos meses.
En este vídeo análisis se muestran los efectos del polvo sahariano y sus masas más secas en la baja actividad en lo que llevamos de temporada. El polvo del desierto es uno de los enemigos de los huracanes, además de otros factores como la cizalladura.
Los huracanes, a pesar de su impresionante fuerza, son unos “debiluchos” ante ciertas condiciones en la columna de aire. Están formados por tormentas, similares a las que afectan a nuestro país estos días, pero mucho más organizadas y desarrolladas, con gigantescos muros que giran a velocidades destructivas en algunos casos.
El sistema circulatorio convectivo que mantiene a un huracán es muy poderoso pero frágil al mismo tiempo. Puedes pensar, si un huracán pasa por encima de una isla ni se inmuta. Pues no, sobre todo si la isla tiene una orografía considerable, se puede debilitar rápidamente. Si entra en tierra continental, puede pasar de categoría 5 a disiparse en muy poco tiempo.
Pensarás, si se encuentra con polvo del desierto, le da la risa. Pues tampoco, ya que las masas que lleva el polvo del desierto por el Atlántico son hasta un 50% más secas que el aire tropical en el que se desarrollan los huracanes. La humedad disponible es fundamental para el desarrollo de las tormentas que forman un huracán, entre otros factores que inhiben el crecimiento y organización de estos colosos.
Lo cierto es que hay muchas cosas que analizar en los modelos últimamente, y una de ellas es la aparición de los primeros sistemas tropicales con cierto desarrollo en los mapas.
El Centro de Huracanes de Florida está siguiendo la pista a una onda tropical en el Atlántico con un 50% de probabilidades de convertirse en un ciclón tropical en las próximas 48h, para aumentar al 80% en los próximos 5 días.
Es decir, es altamente probable que esta onda se desplace por aguas cálidas y una atmósfera más “limpia” y tranquila para sus exigentes condiciones de desarrollo en los próximos días, y veamos nacer un huracán que, según algunos modelos, pondría rumbo hacia la circulación de oestes. Ojo, no saquemos de contexto lo que acabo de decir. De momento hablamos de la probable formación de un huracán, después veremos lo que aguanta “en forma” y la trayectoria que lleva.
Te enseño el dibujo del GFS, donde se ve el futuro huracán formado la próxima semana al sur de Terranova. Veremos, esto va a dar muchas vueltas.
Te invito a leer un análisis que hice hace poco sobre las anomalías cálidas que tenemos en el Atlántico Norte y la evolución de la temporada de huracanes, que aún tiene mucho que decir.
Lo que te he mostrado son algunos indicios sólidos de que la temporada podría comenzar a animarse en la cuenca atlántica en las próximas semanas.
Estaré muy pendiente a lo que suceda con este probable despertar del Atlántico. Lo primero es confirmar su evolución y después iremos pasito a pasito siguiendo sus intenciones.
Abrazos.
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Esta entrada fue modificada por última vez en martes, 30 agosto 2022 - 12:54 12:54
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