Queda poco más de una semana para el inicio del Otoño meteorológico y la atmósfera comienza a mostrar signos de cambio
La disminución de la radiación solar en el Hemisferio Norte comienza a provocar un aumento de las masas de aire frío. Recordemos que el sol es el responsable de que en el planeta tengamos unas temperaturas compatibles con la vida actual. La composición de la atmósfera, entre otros factores, se encarga de que se mantengan dentro de unas oscilaciones a las que nos hemos ido adaptando en cada punto del planeta. Los habitantes de zonas cercanas al Ecuador, se han acostumbrado a registros muy homogéneos durante todo el año, ya que la radiación solar no varía de la forma en que lo hace en otros puntos como por ejemplo nuestro país.
En estos momentos cada día la radiación solar pierde influencia en nuestro país y otros puntos del Hemisferio Norte, provocando que las temperaturas desciendan de forma progresiva en líneas generales. Otra cosa es la circulación y distribución de las masas cálidas y frías por la atmósfera que puede traer registros anómalos en algunas regiones.
Si vemos los modelos numéricos ya podemos apreciar zonas con colores más azules que nos indican unos geopotenciales más bajos, debido a una presencia de aire más frío y pesado en la atmósfera. Como vemos en el mapa, este aire frío ya es capaz de alimentar la gestación de bajas presiones con cierta profundidad al interactuar con el aire más cálido de latitudes más bajas. También observamos vaguadas (prolongaciones de masas de aire frío entre altas presiones) al Oeste de la Península, que amenazan con seguir alimentando focos tormentosos la próxima semana.
Podemos decir en lineas generales que el pronóstico para el Verano en España no ha estado muy lejos del patrón que hemos visto. Las tormentas han sido claramente las protagonistas tal y como estaba previsto con intensas rachas de viento y granizo de gran tamaño. En el Cantábrico y Galicia hemos visto episodios de altas temperaturas con noches tropicales y en general un patrón más cálido que el verano pasado.
Pues de momento vemos una continuidad en la alternancia de las altas presiones con masas de aire frío descolgadas de latitudes altas, que nos van a dejar nuevas tormentas a inicio de la próxima semana, sobre todo en zonas del Oeste y Norte de la Península. Para finalizar esta semana, la atmósfera nos servirá un “menú” de tormentas vespertinas en el Este de la Península. Tormentas que localmente pueden dejar fuertes chaparrones, granizo e intensas rachas de viento.
El final del mes de Agosto e inicios de Septiembre debería comenzar con dominio anticiclónico aunque las masas de aire frío seguirán cerca, por lo que debemos seguir atentos a la posible inestabilidad.
Desde hoy vamos a seguir muy de cerca los modelos numéricos para ver los patrones de circulación atmosféricos y oceánicos, en un Otoño/Invierno en el que los efectos del Cambio Climático Abrupto (CCA) van a ser más evidentes, con un invitado especial (EL NIÑO), que si se cumplen los pronósticos de los modelos, puede acentuar aún más las consecuencias de los desajustes en la circulación de la corriente en chorro (Jet Stream), y la interacción de las masas cálidas y frías cerca de nuestras costas.
Estadísticamente los años con EL NIÑO tenemos una circulación de bajas presiones más cercana a Galicia y otras zonas afectadas por las bajas de procedencia Atlántica. Es cierto que tenemos en la retina el último evento de EL NIÑO, que lejos de favorecer un periodo lluvioso, coincidió con una escasez de lluvias, pero hablamos de un evento mucho más extremo de lo que suele ser habitual, con registros históricos, por lo que es posible que este y otros factores ocasionaran un comportamiento diferente.
En las próximas semanas publicaremos el pronóstico estacional para esta temporada que comenzamos hoy 22 de Agosto de 2018 con la mirada puesta en las consecuencias del CCA que un servidor espera que sean más evidentes. El patrón “padre” que espero es el de una amplificación de los extremos y un aumento en el tiempo en el que sus efectos se mantienen en determinadas regiones, tal y como ha sucedido este verano en Europa, con las altas temperaturas y la ausencia de lluvias. No es algo nuevo, llevamos años hablando sobre los cambios en la circulación del Jet Stream y hay estudios anteriores que ya anticipaban estas posibles anomalías, que hoy son ya una evidente realidad.
Lo que está cambiando es la forma en la que las masas de aire cálidas y frías se desplazan por la atmósfera y los patrones, que se mantienen con bloqueos persistentes, acentuando las entradas cálidas desde latitudes bajas y frías desde latitudes altas. Al mismo tiempo, la interacción de las mismas genera eventos más virulentos como ciclones extratropicales o de latitudes medias más explosivos.
Como novedad este año vamos a seguir de cerca la actividad volcánica y sísmica, que el pasado nos demuestra que ha ido de la mano de los CCA, con erupciones explosivas de estratovolcanes, capaces de llegar a la estratosfera y ayudar a enfriar el planeta debido a la capacidad que tiene esta parte de la atmósfera de mantener durante largos periodos de tiempo las partículas volcánicas en suspensión. Esto hace que parte de la radiación solar quede bloqueada. Un proceso natural que se ha dado en numerosas ocasiones y que conocieron los Romanos en su etapa final y los que sufrieron otros CCA como la Pequeña Edad de Hielo. De todos los volcanes activos como ya sabéis el que más llama mi atención es el Anak Krakatau.
El estudio del CCA está siendo toda una aventura y puedo decir que en parte, los pronósticos estacionales acertados, incluido el del Invierno pasado, es gracias al conocimiento de los patrones climáticos pasados que historiadores como Armando Alberola me permiten comprender. Un estudio detallado de los cambios en la circulación atmosférica que al inicio de la Pequeña Edad de Hielo también provocaba desajustes estacionales compatibles con un Jet Stream más ondulado y con circulación meridional que amplificaba los bloqueos y los eventos de olas de calor, sequías e incendios forestales como el que llegó a incendiar la ciudad de Londres.
El otoño pasado, cuando luchaba para que el fuego no quemase nuestras casas en Vigo después de un periodo de anomalías cálidas y sequía histórica, no podía dejar de pensar que si las casas fuesen de madera como las de Londres en la Pequeña Edad de Hielo, el resultado para mi ciudad hubiese sido muy distinto.
Este Otoño/Invierno vamos a estar muy pendientes de los cambios en la actividad meteorológica y geológica, prestando especial atención a los extremos y anomalías.
Os iremos informando.
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