Nuevas pulsaciones de inestabilidad en el horizonte; algunas con probabilidades de afectar a amplias regiones

Nos encontramos a pocos días de comenzar el otoño meteorológico. Sí, lo has leído bien, el verano meteorológicamente hablando llega a su fin. El otoño meteorológico comprende los meses de septiembre, octubre y noviembre. Es cierto que durante la última década las estaciones meteorológicas parecen haber perdido su sentido. Pero la radiación solar sobre el hemisferio norte ya ha decrecido mucho, y el aire frío gana extensión sobre latitudes altas. 

Los mapas a escala sinóptica comienzan a mostrar colores que ya recuerdan a los meses cada vez más fríos en el hemisferio norte.

Modelo ECMWF, sábado 2

Los modelos comienzan a dibujar extensas masas con aire mucho más frío y pesado que provoca descensos de la altitud geopotencial más pronunciados. Durante el verano los colores reinantes en estos mapas suelen ser, sobre todo, el rojo, naranja, amarillo y verde. Los dos primeros son los que delatan masas de aire más estables y cálidas. Los dos últimos comienzan a dibujar la presencia de aire frío en altura que potencia inestabilidad en latitudes medias por contraste.

En los pronósticos para el comienzo del otoño meteorológico se comienzan a ver colores ya incluso azules, que delatan la presencia de masas de aire más frías y comprimidas hacia la superficie. Puedes ver, según los cálculos del modelo europeo, gran cantidad de aire frío en altura al oeste de la península, con colores que, a pesar de ser aún amarillos, es suficiente aire frío en altura para provocar un aumento importante de la inestabilidad, por contraste con las masas mucho más cálidas que tenemos en esta época del año.

Animación con la evolución según el modelo, lunes 28 a sábado 2

Esta es la secuencia animada con la última actualización del modelo europeo. Observa como, después de esta pulsación de aire frío, llegan nuevas desprendidas de latitudes altas a nuestra vertical. Si consultamos otros modelos meteorológicos nos muestran una evolución muy parecida, por lo que las probabilidades de que se cumpla un escenario parecido son considerables.

¿Qué consecuencias tendrían estos movimientos atmosféricos sobre nuestro país?

Pues de entrada, lo más importante es que las probabilidades de ver lluvias en zonas que han sido muy castigadas por el calor este verano, como el sur de la península, aumentarían de forma considerable. Ojo, estamos hablando de probabilidades de que algo suceda. 

Si consultamos el mapa de precipitación total acumulada a un plazo largo, de 10 días, veremos dibujos muy interesantes.

Pronóstico de lluvias a 10 días, modelo ECMWF

Buena parte de las precipitaciones que se observan en el Cantábrico y zonas del noreste peninsular, así como entorno de Baleares, van a caer si o sí, ya que pertenecen al episodio de lluvias de las próximas 48 horas.

Pero las precipitaciones que se observan en la mitad occidental, zona centro y sur de la península, se producirían en plazos más largos y menos fiables, por lo que las probabilidades de hacerse realidad aún no son altas.

Para manejar mejor la incertidumbre a plazos superiores a cinco días, vamos a utilizar la salida de ensembles o conjuntos del modelo.

Precipitación total acumulada 10 días, media de ensembles del modelo ECMWF

Lo que ha hecho el modelo para dibujar este mapa es trabajar con decenas de escenarios que simulan las precipitaciones que pueden registrarse en nuestro país durante los próximos 10 días.

Unos escenarios dibujan la pulsación de aire frío alcanzando con más cuerpo el sur de la península, con lluvias más importantes. Mientras que otros dibujan menos incidencia de las lluvias en estas regiones. El resultado final es una media de todos los escenarios con el dibujo que te muestro a continuación.

Puedes utilizar este dibujo para ver las zonas con mayores probabilidades de ver precipitaciones en los próximos 10 días. Obviamente, al ser una media de precipitaciones acumuladas, cuantos más escenarios coincidan con precipitaciones importantes sobre una zona, mayor cantidad de precipitación se irá acumulando sobre esas coordenadas.

Ojo, las medidas de ensembles hay que interpretarlas como una tendencia en el horizonte. Sobre todo cuando estamos hablando de plazos mayores a cinco días. No puedes ver este mapa y pensar que en Sevilla ningún pronóstico pasa de los 5 mm, ya que como te he comentado, es una medida de todos los escenarios. Si los vemos individualmente, verás que algunos dibujan acumulados que pueden ser muy importantes, mientras que otros apenas dibujan precipitaciones.

En resumen

La tendencia atmosférica de cara la recta final del verano meteorológico e inicio del otoño el próximo día 1 de septiembre es muy interesante. La mayoría de escenarios dibujan la llegada de nuevas pulsaciones de aire frío que podrían potenciar nuevos eventos de precipitaciones, con grandes modelos como el ECMWF dibujando precipitaciones importantes en zonas del sur de la península.

Como la prudencia es muy amiga de la ciencia y soy consciente de que hay muchas personas ansiosas de que las lluvias lleguen. Te tengo que volver a repetir que, aunque las probabilidades son considerables, aún tenemos que trabajar mucho para llegar a confirmar un evento que, de confirmarse, podría dejar lluvias en zonas que llevan soportando altas temperaturas y falta de lluvia mucho tiempo.

Este será nuestro trabajo en los próximos días y semanas. Si sigues con nosotros lo veremos juntos, como siempre, pasito a pasito. 

Un abrazo. 

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